miércoles, 29 de noviembre de 2006

¿Aún retienes tu integridad?



Job 2:9 "¿Aún retienes tu integridad?"

La definición para íntegro es "que posee entereza moral". La de entereza es "fortaleza para mantener las propias ideas, juicios o decisiones."

Ser íntegro no lo debe determinar las circunstancias que nos rodean:
- ni la abundancia ni la escasez
- ni la salud ni la enfermedad
- ni el trabajo ni el ocio

Aunque estemos pasando por un momento en donde pensemos que estamos solos, debemos mantener nuestra posición de serle fiel a Dios, de no desfraudar la confianza que El deposito en nosotros. El enemigo constantemente nos acusa, pero Dios nos defiende. No debemos permitirle a nuestra mente ni a nuestra carne que dominen a nuestro espíritu. Cuando estamos pasando por una prueba difícil nuestra carne se debilita pero nuestro espíritu se fortalece.

Job estaba pasando por un momento en donde su carne estaba debilitada, enferma, y a su mente se estaban acercando pensamientos de derrota. Pero su espíritu no estaba mirando lo que sucedía con su cuerpo, sus oídos no estaban escuchando la voz del enemigo que le decía: “Maldice a Dios, y muérete”. (Job 2:9b) Sus ojos y sus oídos estaban disfrutando la escena en donde Dios le decía a Satanás:

‘¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que todavía retiene su integridad, aún cuando tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?” Job 2:3

Esta escena fortalecía a Job, aunque las circunstancias que le rodeaban mostraban derrota, muerte, soledad. Job estaba seguro de que alguien velaba por él y lo defendía con argumentos sólidos.

Permitamos que nuestros ojos y oídos espirituales permanezcan abiertos. De esta forma podremos estar seguros de que Dios nos protege y nos defiende, como lo hizo con Job. Está de nuestra parte el permanecer fiel a El y hacer como dice el final del versículo 10 del capítulo 2:
“En todo esto no pecó Job con sus labios”

Job no defraudó a Dios. Se mantuvo: perfecto, recto, temeroso de Dios y apartado del mal. Job se mantuvo íntegro.

Dios está dispuesto a defendernos como lo hizo con Job. Está de nosotros hacer lo que hizo Job: no permitir que las circunstancias que le rodeaban apartaran su mirada de su Señor. Sé fiel hasta la muerte y recibirás bendición en abundancia.

Dios te bendiga,

Pastor José

www.lasendadevida.org

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